En 1810, cuando las tropas francesas ocuparon casi toda España, la Junta Central de Sevilla se disolvió, delegando su autoridad en un Consejo de Regencia. Esta noticia se conoció en el Río de la Plata que vivía una situación de desprestigio de las autoridades españolas y de antagonismo entre Montevideo y Buenos Aires. Conocida la noticia, la agitación de los criollos fue en aumento, reclamando la realización de un Cabildo Abierto para resolver qué hacer.
Se inicia así en Buenos Aires un proceso revolucionario que se conoce con el nombre de “Semana de Mayo” y que se extendió entre los días 18 y 25 del citado mes. Este movimiento fue realizado por criollos, militares e intelectuales, influidos por las Nuevas Ideas. Ellos vieron la oportunidad de formar un gobierno autónomo con respecto a España. La mayoría de los pobladores no estuvieron presentes. Participaron sólo 450 personas en una ciudad de 40 mil habitantes.
Durante estos días se plantearon dos posiciones bien definidas: la españolista y la criolla. La primera reconoció al Consejo de Regencia como órgano soberano, y por lo tanto, las autoridades dependientes de él como los virreyes, eran legítimos y debían permanecer en sus cargos. La segunda se basaba en la tradición jurídica española, la cual sostenía que, ante la ausencia del Rey, el poder de éste volvía al pueblo a quien realmente le pertenecía. El pueblo, haciendo uso de esa soberanía tenía derecho a darse el gobierno que le conviniere. Éste había sido el origen de la Junta Central Gubernativa de Sevilla. Pero no se aceptó como legítimo al Consejo de Regencia, porque la Junta Central Gubernativa no tenía atribuciones para crear un nuevo organismo que la sustituyese. Por lo tanto, el Consejo de Regencia era ilegal. Por esta razón, la soberanía volvía nuevamente al pueblo el cual podía crear un nuevo gobierno. De estas dos posiciones triunfó la criolla: el 25 de mayo de 1810 se instaló la Junta Patriótica integrada por: Cornelio Saavedra como presidente, Juan Castelli, Manuel Belgrano, Miguel Azcuénaga, Presbítero Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea como vocales y Juan José Paso y Mariano Moreno como secretarios.
Se le llamó “Junta Provisional gubernativa del Río de la Plata a nombre del Señor Fernando VII”, sustituyendo al Virrey en la plenitud de sus poderes. La Junta de Mayo, en Buenos Aires actuó como centro de poder económico y político intentando suplantar a España dirigiendo los destinos del Virreinato del Río de la Plata. Se inició así la política centralista porteña.
La obra de la Junta de Buenos Aires
La obra de la Junta de Mayo hasta diciembre de 1810 estuvo inspirada por Mariano Moreno.
-Envió circulares a las autoridades de las villas y ciudades de todo el virreinato explicando las razones del cambio de régimen, pidiendo el reconocimiento de la Junta y solicitando el envío de diputados para integrarla.
-Destituyó al Virrey y a los miembros de la Real Audiencia.
-Derrotó el movimiento contrarrevolucionario españolista en Córdoba y Mendoza siendo Liniers fusilado.
-Inició actividades diplomáticas con Inglaterra buscando apoyo para el nuevo régimen.
-Autorizó la libertad de comercio y habilitó el puerto de Maldonado.
-Fundó la primera biblioteca pública y escribió el primer periódico revolucionario: “La Gaceta”.
-Elaboró un plan de operaciones para incorporar al resto del virreinato a la revolución y captar la adhesión del Capitán de Blandengues José Artigas en la Banda Oriental.
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